- Adaptarse para sobrevivir. El 90% de las empresas quiere aprovechar el potencial del canal ‘online’ como motor de crecimiento. El comercio electrónico y las redes son clave.
La compra en casa a un clic, un entrenamiento por Instagram, reuniones de trabajo a través de Zoom y Teams, acceso telemático a los servicios de empleo, aplicaciones educativas para el seguimiento de los hijos… En un mundo sin contacto físico, la gran mayoría de las interacciones con clientes y empleados se han producido de forma virtual con un tablero de juego internacional. Si existían dudas sobre la necesidad de la digitalización para la longevidad empresarial, el coronavirus las ha silenciado. Salvo raras excepciones, operar por internet es la solución para permanecer en el negocio en medio de restricciones.
La digitalización marca la senda de la recuperación. “Antes de la pandemia, ya estaba en marcha un cambio de paradigma. Los acontecimientos lo han acelerado”, desliza Pedro Mier Albert, presidente de Ametic (La voz de la Industria digital). Hasta cinco años en el caso de las pymes, data la organización Exporta Digital. España presenta un buen nivel en equipamiento digital, por encima de la media europea, aunque sin colocarse entre los 10 países más digitalizados, según el índice DESI (Digital Economy and Society Index).
DISTINTAS VELOCIDADES
Los rezagados luchan hoy por migrar sus operaciones y fuerza laboral a un entorno virtual. En el otro lado se encuentran quienes ven en esta crisis una oportunidad. Muchas más herramientas a su disposición no sólo para capear la tormenta, sino para salir de ella más fuertes. Es el caso de Esteban Simón y Álvaro Morales, emprendedores españoles creadores de la app Gorilla Messenger. El joven tándem está en un programa de Y Combinator, la aceleradora de startups estadounidense de la que han surgido empresas de éxito como Airbnb o Dropbox. “Surgió porque un amigo a cargo de la tienda de productos a granel Acre se vio obligado a adaptarse a la situación abriendo un ecommerce, varios perfiles en distintas redes… Perdía demasiado tiempo sin retorno, y pensamos en poder ayudar a estos negocios pequeños ideando un único canal para hacer dinero online“. Una red social, prosiguen, que resolviera el problema de que “el 97% de creadores de contenido viven en la pobreza digital y no consiguen obtener ingresos de ese esfuerzo diario que emplean”.
De este modo, muchos comercios pueden darse a conocer entre sus públicos de interés a través de estrategias personalizadas. Esta es la labor que desarrollan también agencias de comunicación como The Life Crew, orientando a las marcas. “Todas han desarrollado sus propios ecommerce, eso si no se dedicaban en exclusiva ya”, desliza Alicia Arranz, cofundadora. “Nunca habíamos hablado tanto de shopify, woocommerce… Herramientas para crear tiendas online que acerquen la firma al cliente a golpe de clic, sin intermediarios “, corroboran Patricia de la Calle y Beatriz Álvarez, detrás de The Place To Be Agency, que perciben el crecimiento exponencial de sus clientes en redes sociales.
De acuerdo con el Informe Digital 2021 elaborado por Hootsuite y We Are Social, en España hay más de 37 millones de usuarios activos (un 80% de la población) que se conectan al menos una vez al mes a Facebook, YouTube… “En el último año son 8 millones de españoles los que han empezado a utilizar las redes en su día a día”, apuntan las emprendedoras. Insisten en que la imagen es la base para crear conversación. “Ya no vale sólo con publicar en Instagram de cualquier manera, hay que cuidar la estética y analizar qué quieres transmitir”.
Incluso sectores presencialistas, como la hostelería, se han visto obligados a ponerse las pilas. Los fundadores de Big Mamma, grupo creador de Bel Mondo en Madrid, han levantado como capital inicial 20 millones de euros para lanzar Sunday, la primera solución de pago dedicada a la restauración. “Nuestro objetivo es hacer que pagar la cuenta en 30 segundos sea tan obvio como reservar un taxi en una aplicación en lugar de esperar en la calle”, apunta Tigrane Seydoux.
En bodegas familiares como Fernández Rivera y Matarromera han puesto en marcha iniciativas de enoturismo en realidad aumentada. “Desde el uso de drones y sensores en el viñedo, big data… Todo ello nos ha valido para ser finalistas en los Premios Nacionales Industria Conectada 4.0“, afirma Roberto Sanz Soblechero, director de comunicación de Matarromera. Porque este crecimiento digital intensifica la competencia. “Primará la diferenciación para que el usuario elija”, zanjan los expertos.
